"My grandfather once told me that there were two kinds of people:
those who do the work and those who take the credit. He told me to try
to be in the first group; there was much less competition."
(Indira Gandhi)
(Indira Gandhi)
Sólo diez días habían pasado desde que había regresado de Aberdeen cuando recibo un correo electrónico comunicándome que me
habían destinado a Liberia, que enviase unas fotos, el pasaporte y algún otro documento necesario para obtener el visado con urgencia. No había acabado de preparar todos los documentos cuando recibo otro correo diciéndome que ya no hacían falta,
que había cambiado mi destino. Al parecer ahora me iba a Costa de Marfil. Me
enviarían los billetes en breves y alguien se pondría en contacto conmigo en
poco tiempo. Al final de ese mismo día mientras paseaba por Oviedo recibo una llamada desde el móvil de mi padre. Alguien en “idioma” extranjero les
había llamado a casa preguntando por Efrén y tras varios minutos intentando
comunicarse como bien podían habían decidido llamarme a mi. La escena fue más o menos como sigue:
En primer lugar intentamos acercar los auriculares de ambos
aparatos (mi padre tenía el fijo por un lado con el desconocido al otro lado en
una mano y el móvil conmigo en otra) pero la situación, aparte de ser bastante graciosa,
no dio con el resultado esperado. Como segunda opción decidimos que yo diría mi
número de teléfono en inglés y mi padre solo tendría que repetir fonéticamente
el mensaje. No se muy bien si por el nerviosismo o simplemente por inercia
cuando yo decía four mi padre repetía five. Así
varias veces hasta que finalmente conseguimos completar la trasmisión. Minutos después recibo una llamada y alguien al otro lado, en
un inglés digamos que bastante cerrado, me dice que tendré que viajar al día
siguiente a Costa de Marfil para empezar a trabajar y que tanto los billetes de
avión como la carta para el visado en llegada (VOA) ya había sido enviado a mi correo
y que nos veríamos en dos días. África del Este me estaba esperando.
Y así fue como, concretamente el 25 de octubre de 2012, ya estaba de
nuevo en el Aeropuerto de Asturias (OVD) con billetes de Air France destino a
Abiyán (Costa de Marfil). Antes tendría que hacer noche en París para recoger el equipo de protección personal (PPE) en las oficinas de mi
empresa. En esta ocasión me alojé en el mismo complejo que la vez anterior pero en diferente hotel, en concreto el Etap hotel. A la mañana siguiente y tras recoger todo lo necesario (casco, gafas,
guantes y funda) me dirigí a CDG en busca de la terminal internacional. En la cola para facturar el equipaje tengo la impresión de ser el único blanco, cosa que no me disgusta en absoluto, incluso me parece divertida y tras pasar el control compro un
repelente de mosquitos por si las “moscas”. Justo antes de coger el avión me doy cuenta que he perdido la chaqueta, pero tal
vez para compensarme por la mala jugada, el destino me premia con un ascenso de clase en el avión, por lo que las próximas horas iba a
poder disfrutar de las comodidades de no viajar en clase económica. El avión,
en contraste con el que me llevó de Asturias a París fue el más grande de los
que he montado hasta la fecha, en concreto un Boeing 777-300ER.
En poco más de 6 horas me encontraba desembarcando en el
Aeropuerto Port Bouet más conocido como el Aeropuerto Internacional Félix Houphouët-Boigny (ABJ) en Abiyán. Al salir del avión lo primero que se hace es pasar
por una especie de control médico en el que únicamente comprueban si tienes el certificado de la
fiebre amarilla, sin el cual no puedes entrar en el país, para posteriormente
ponerte en una interminable fila para el control de pasaportes. En dicho control me
informan que me tienen que requisar el pasaporte junto a la carta de entrada y
que puedo pasar a recogerlo por la oficina de policía una vez recogido el
equipaje. La verdad que me sorprendió un poco que te requisan el pasaporte y te
dejan sin identificación justo al entrar en el país pero supuse que sería lo normal. Tras
recoger la maleta un policía se acerca pidiéndome que enseñe el resguardo y
para mi sorpresa lo tenía dentro del pasaporte por lo que intento explicarle
en mi francés de La Sorbona que no lo tengo que estaba en el pasaporte que me acaban de requisar. Al final
salgo del paso como buenamente puedo y me dirijo a la oficina de la
policía. Lo que ocurre allí creo que está perfectamente descrito en mi diario:
<...Al entrar tengo la sensación de estar adentrándome en un despacho de cualquier dirigente de un equipo de fútbol de tercera división. Varios sillones
raídos por el paso del tiempo y un gran ventilador acompañan a un viejo
escritorio con varios montones de papeles sobre la mesa. Detrás del escritorio el
Jefe de Policía va moviendo de un lado a otro los montones con una especie de
desorganización hipnótica que me deja asombrado. Al final tras unos 20 minutos
esperando me dice en francés cual es mi nombre y rellena un pequeño papel a
mano. Ese será mi "salvoconducto" durante los tres próximos días. Mi pasaporte
quedará entre aquel desbarajuste requisado varios días más y posteriormente me lo enviarán a la plataforma. Además una
televisión encendida con un partido de la liga inglesa hace que la situación
sea aún más subrrealista. África es así supongo...>
Al salir me estaban esperando un chofer y un acompañante
para llevarme a... esa es una buena pregunta. Ellos no lo saben y yo tampoco.
Ellos no hablan inglés y yo no hablo francés. La misma persona que me llamó a España
vuelve a llamarme, intenta explicarme a donde me tienen que llegar pero entre
el cansancio y su inglés no consigo aclararme. Al final recibo una llamada desde París y ya por fin me explican a donde tengo que ir. Vamos a la staff house que
SLB tiene allí a recogerle a él y luego ir al hotel donde pasaría la noche
antes de ir a la plataforma… sorpresa, se habian olvidado de reservarme
habitación y el hotel estaba completo. Tras una hora y media aproximada dentro del coche estamos de vuelta a la staff house para poder por fin descansar.
Primer amanecer en Abiyán |
En este par de imágenes se puede ver mi primer chopper y el descomunal gigante marino donde iba a pasar las próximas semanas. De mi estancia en la plataforma dejo constancia de distintos momentos en mi diario de a bordo y reflejo en las fotos que encontraréis a continuación:
Sobre el primer día:
<...mi primer turno es de 12:00 a 00:00 y comparto las primeras horas con
Adrian, un rumano que no habla mucho y juega al solitario compulsivamente. Todo es nuevo
para mi y estoy completamente desorientado. Suenan alarmas y no se que son. Cuando estoy solo pienso que no sabría como reaccionar en caso de problemas. Cuando camino por el rig (plataforma) es como si
caminase por un laberinto, todo es nuevo, no se para que sirve nada, me pierdo
varias veces y tengo que preguntar como se llega a los distintos sitios, además
me cuesta mucho entender a la gente sobre todo al teléfono…>
<...la plataforma es muy nueva. La parte de alojamiento tiene todo tipo de comodidades,
gimnasio, biblioteca, billar, mesa de ping-pong, consolas, salón de cine… y la comida simplemente genial. No
creo que siempre tenga tanta suerte como aquí. Me paso las horas de descanso entre el gimnasio y la sala de juegos. La parte de trabajo es enorme, con dos torres de perforación (derricks) y varias grúas a los lados. Estamos flotando sobre más de 2000 metros de agua. Es impresionante. Como decía el gran Roberto Toffoli: -una cárcel de cinco estrellas-...>
Sobre la gente:
<...Salím, el ingeniero de datos (DE) con el que comparto la mitad del turno me está ayudando muchísimo, siempre me da consejos y me explica todo con gran paciencia. Ya casi puedo interpretar todas las gráficas y entiendo los programas. En estas semanas he conocido a más compañeros de GSS entre ML (mud loggers: Fahd de Yemen, Pandit de India, Patient de Nigeria), DE (data engineer: Salim de Argelia, Adrian de Rumania, Denis de Nigeria y Bento de India) y SC (sample catchers: Israel y Eze de Nigeria y Cristian de Costa de Marfil). A parte de estos compañeros he hecho muy buenas migas con el geólogo del sitio (WSG) Jose Pico, de Venezuela, con el que comparto varias sobremesas y muy buenas conversaciones, el otro día me comentó que el empezó donde yo estoy ahora mismo, me pregunto cuanto tardaré en llegar a su posición...>
Sobre el trabajo:
<...Durante estos últimos días el trabajo ha sido muy monótono pero he aprendido muchas cosas sobre las distintas operaciones. Además estoy aprovechando los muchos tiempos muertos para mirar manuales técnicos. Es muy importante ocupar en algo estos tiempos muertos para que la monotonía no te supere. Ya conozco la
plataforma como la palma de la mano y voy identificando las distintas partes de
la misma. Tras varios días preparando todo hoy por fin nos movemos. Navegar en una plataforma es algo que nunca imaginé. Vamos
dirección a la frontera con Ghana y tengo muchas ganas para empezar una nueva perforación...>
Sobre el final:
<...mañana tengo que coger el helicóptero para volver a casa, han esperado hasta el último momento para enviarme los billetes y por fin ya los tengo en mis manos. El vuelo peor imposible; con una escala larguísima en el Aeropuerto de Túnez-Cártago (TUN) y otra en Barajas (MAD), pero después llegará el merecido descanso. La
primera experiencia en general ha sido buena. Pasé de estar completamente
perdido y desorientado a entender gran parte de las operaciones, programas, archivos y equipos que
usamos. Sin duda la ayuda de Salím ha sido enorme en este aspecto, siempre le estaré agradecido. Lo único que no me gusta es la desorganización por parte de la empresa desde base. Espero que no sea siempre así. Tengo ganas de abrazar a mi gente. Tengo ganas de despertarme y ver orbayar...>
Y esto fue más o menos mi primera experiencia de campo. Cuatro semanas que nunca olvidaré en las que estoy empezando descubrir en que consiste este mundo y mi trabajo. En las que he conocido gente de muchísimas nacionalidades y culturas. En las que he aprendido a valorar toda la libertad que tenemos en tierra firme y a respetar más si acaso a todos por igual. También pienso en la suerte que tengo por tener trabajo, sobretodo viendo como se están poniendo las cosas en España. Creo que todas estas experiencias me están haciendo más fuerte y me ayudan a crecer como persona. Tal vez sea cierto eso de que hay luz al final del túnel.
Gracias por compartir con nosotros tus experiencias. Un besín. Pronto nos vemos.
ResponderEliminarTio! yo creo que empiezo de Mudlogger este octubre... estoy un poco acojonado pero leyendote me has tranquilizado, lo que mas miedo me da es el tema billetes y avion en paises de dudosa eficacia jaja..
ResponderEliminarGracias... Que lejos queda ya esta primera odisea... Javier, finalmente empezaste de Mudlogger?
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