"El aspecto más triste de la vida actual es que la ciencia gana en conocimiento
más rápidamente que la sociedad en sabiduría."
(Isaac Asimov)

Empezaré intentando explicar de manera sencilla el porqué y el cómo del proceso de hydraulic fracturing, aportando algunos datos, vídeos y esquemas para una mejor comprensión del tema. Continuaré explicando los riesgos ambientales que el uso de esta técnica implica y como estos pueden ser minimizados gracias a la ciencia y la legislación para finalmente acabar ofreciendo una perspectiva desde mi punto de vista.
Conviene en primer lugar destacar que esta técnica ha sido usada en la industria petrolera desde mediados del siglo pasado en más de dos millones y medio de pozos en todo el mundo con una notable inversión en investigación y desarrollo tecnológico con la consiguiente mejora y perfeccionamiento en los procesos, por lo que a pesar de que ahora haya saltado a los medios de comunicación debido a la preocupación de algunos sectores no se puede decir que sea un proceso nuevo ni mucho menos experimental. Además se estima que un 75% del gas natural que se extraerá en los próximos años se realizará mediante esta técnica por lo que queda claro irrefutablemente que existe un fuerte interés económico por parte del lobby del petróleo.



En el primer modelo acabamos de describir un yacimiento convencional donde la placa de metal son los materiales suprayacentes, la esponja por ejemplo una capa de areniscas permeables y donde el agua representa los hidrocarburos atrapados. En el segundo caso podemos remplazar la teja por pizarras bituminosas también porosas e impermeables que contengan gas atrapado en sus poros con lo que tendremos un claro ejemplo de depósito de recursos no convencionales en concreto de shale gas (gas de esquisto).
Pero ¿Cómo se realiza la fracturación hidráulica?

Ya hemos perforado ¿y ahora qué?

Cuando hablamos de fluido ¿Cuáles son los componentes que lo forman?

Impacto medioambiental:
Al igual que en cualquier otra actividad industrial existen una serie de impactos y riesgos medioambientales asociados. Podemos estar de acuerdo en que no existe actividad humana posible que no entrañe algún tipo de impacto y/o riesgos y esta no iba a ser la excepción, pero también tenemos que reconocer que cada vez existe una mayor regulación y mejores legislaciones y políticas relativas a fracturación hidráulica por países que recogen las normas y procesos que se deben cumplir, incluyendo las evaluaciones de impacto ambiental que deberían ser obligatorias per se, junto a rigurosos controles por parte de la administración.
Claro está que cualquier legislación o normativa que no se cumple es lo mismo que si no existiera -esto podemos aplicarlo a cualquier otro ámbito- por lo que la visión de los riesgos y principales problemas de la fractura hidráulica que desde aquí quiero ofrecer esta supeditada a que se cumplan estas normas, y existan los pertinentes controles de calidad tanto de los materiales como de los procedimientos utilizados. Otro problema surge a raíz de la desinformación o incluso en muchos casos tergiversación intencionada de estos riesgos por parte de determinados sectores (tanto a favor como en contra) no haciendo referencia o exagerando a las medidas existentes tomadas para minimizar tanto la probabilidad de que algo salga mal como la severidad en el caso de que llegue a ocurrir y la consiguiente alarma en un público en general lego en la materia.
Riesgos durante la perforación:
Como ya he dicho cualquier actividad industrial entraña cierto tipo de riesgo. Debido a la presión mediática existente sobre esta la industria petrolera y basándome en mi experiencia en ella y en otros sectores en los que he trabajado (metal, madera, construcción) puedo asegurar que no hay actividad industrial que tenga tantas normativas y políticas implantadas con el fin de minimizar los riesgos. Dicho esto aclarar que no existe diferencia en las técnicas usadas durante perforaciones de yacimientos de hidrocarburos convencionales como shale gas (no-convencional) por lo que no creo que sea necesario extenderse en este punto.
Contaminación atmosférica:
Partiendo de que las normativas deberían incluir controles de emisiones máximas e inspecciones regulares, el mayor problema relacionado con la contaminación del aire son las emisiones de metano (gas de efecto invernadero) durante el proceso de perforación y de algunos aditivos volátiles trasportados por los fluidos de fracturación durante el proceso de fracking, además de escapes en maquinaria y otros equipos utilizados durante los procesos de producción. Con un mayor número de controles y mejoras en los equipos con el fin de optimizar el proceso se ha conseguido que la cantidad de gas que escapa a la atmósfera sea menor durante los procesos de producción, siendo según últimos estudios de la US National Academy of Science menor al 0.5% de la producción de gas. No hay que olvidarse que cada átomo de gas perdido es igual a gas no vendido por lo que las grandes compañías están más que interesadas en invertir y reducir la cantidad que dejarlo escapar libremente una vez hecho lo más difícil que es trasportarlo hasta la superficie.
Junto a los compresores y motores que emiten gases también nos encontramos con un gran problema por el trasporte en camiones de los materiales necesarios en los procesos y de la ingente cantidad de agua que se utilizan durante la fracturación. La presión en este caso debería dirigirse a forzar a la administración a regulaciones más estrictas en materia de transportes, mejores camiones que consuman menos carburante con el fin de reducir las emisiones además de desarrollar tecnologías que permitan reducir las emisiones (como catalizadores más eficientes). Otras regulaciones como la obligatoriedad de generación de zonas verdes y proyectos de reforestación deberían de ser implantados con el fin de contrarrestar las emisiones producidas como ya existen en otras industrias.
Contaminación de acuiferos:
Uno de los principales riesgos que atribuyen los detractores de la fracturación es la contaminación de acuíferos a través de las fracturas creadas. En el inmensa mayoría de los casos las rocas que se fracturan y la parte más baja de los acuíferos están separadas cientos o incluso miles de metros. Por geología básica esta contaminación quedaría descartada y por lo tanto podemos afirmar que las fracturas inducidas NO pueden alcanzar los acuíferos -la fracturación esta controlada por las capas suprayacentes y los radios de bombeo- En un pequeño porcentaje de casos donde es conocido que ambos, nivel de acumulación de gas y agua están muy próximos o en aquellos que se conozca un sistema de fracturas o fallas pre-existente que pueda comunicar capas separadas es necesario un mayor estudio en profundidad y si así fuese necesario la prohibición de la fracturación.
También se argumenta que una fuga en en el casing podría producir una contaminación de los acuíferos circundantes. Podría ser cierto en el caso que no se cumplan estrictamente las normas de seguridad y calidad en los procedimientos. Pero la profundidad en que se encuentran los acuíferos normalmente el pozo va a tener entre 3 y 5 capas concéntricas de tuberías de protección con las respectivas capas de cemento por lo que si estas normas se cumplen es bastante improbable que ocurra ninguna contaminación.

Algo que causa bastante alarma son los productos químicos que se añaden al agua. Desde los sectores más contrarios se suelen acompañar del adjetivo "cancerígeno" con el único fin de alarmar y crear miedo entre la población. Aunque en cantidades mucho más pequeñas, todos y cada uno de los aditivos están presentes en numerosas otras situaciones cotidianas de nuestras vidas como tintes, muebles, plásticos o incluso comida. Una vez más debe existir un control absoluto por parte de la administración y una transparencia por parte de la industria en los componentes utilizados.
Consumo de agua:
Enormes cantidades de agua son necesarias para realizar la fracturación de un pozo. Se calcula que un único pozo necesita de media unos 20.000 m3 durante su tiempo de actividad. Demasiada agua en tiempos de escasez por lo que la preocupación es real. En este punto conviene revisar a mi modo de ver las políticas de abastecimiento, obligando a las compañías a usar agua no potable y sobre todo a perfeccionar la eficiencia de recuperación del agua usada (entre un 15-70% del agua no se recupera) su depuración, almacenaje (en balsas que cumplan la legislativa o mediante inyección en depósitos vacíos subterráneos) y reciclaje en nuevos procesos de fracturación -ya que el agua utilizado no puede volver a ser utilizado con otro propósito-. Otra opción es la de usar gases en estado líquido en lugar de agua, posibilidad que ya se esta desarrollando tecnológicamente y puesta en práctica por algunos productores. Ademas últimos estudios afirman que el uso de centrales de ciclo combinado (gas-carbón) conseguirá salvar entre 25 y 30 veces más agua que el usada en los procesos de fracturación.
Sismicidad asociada:
Existen evidencias científicas de que los procesos directos de fracturación hidráulica aumenten la actividad sísmica de una zona, pero esta sismicidad inducida no supone un riesgo evidente para la población ya que en muy contadas ocasiones los sismos llegan a ser percibidos. Se puede dar la posibilidad de que las ondas sísmicas de otros terremotos no asociados reactiven un sistema preexistente de fracturas si existe una predisposición local para ello, en cuyo caso debería de estudiarse con mayor detalle y cautela. Por supuesto sería necesario incrementar el numero de centros sismológicos y equipos de detención en las inmediaciones de áreas de fracturación con el fin de obtener un mejor conocimiento, mayor número de datos y conclusiones científicas aún más definitivas.
Conviene aclarar que durante las operaciones de inyección de agua de desecho en pozos (utilizando antiguos depósitos e inyectando el agua en ellos) se han registrado terremotos de una intensidad suficiente (magnitud 3) como para ser preocupante para la población, también aumentando la frecuencia de los mismos (similar a lo que ocurre con el proyecto Castor). Seria obligatorio un mayor estudio y control del agua inyectado, paralizándose este tipo de operaciones si así fuese necesario.
Impacto paisajístico:
Al igual que en cualquier otra actividad industrial existen una serie de impactos y riesgos medioambientales asociados. Podemos estar de acuerdo en que no existe actividad humana posible que no entrañe algún tipo de impacto y/o riesgos y esta no iba a ser la excepción, pero también tenemos que reconocer que cada vez existe una mayor regulación y mejores legislaciones y políticas relativas a fracturación hidráulica por países que recogen las normas y procesos que se deben cumplir, incluyendo las evaluaciones de impacto ambiental que deberían ser obligatorias per se, junto a rigurosos controles por parte de la administración.

Como ya he dicho cualquier actividad industrial entraña cierto tipo de riesgo. Debido a la presión mediática existente sobre esta la industria petrolera y basándome en mi experiencia en ella y en otros sectores en los que he trabajado (metal, madera, construcción) puedo asegurar que no hay actividad industrial que tenga tantas normativas y políticas implantadas con el fin de minimizar los riesgos. Dicho esto aclarar que no existe diferencia en las técnicas usadas durante perforaciones de yacimientos de hidrocarburos convencionales como shale gas (no-convencional) por lo que no creo que sea necesario extenderse en este punto.
Contaminación atmosférica:

![]() |
Afortunadamente esta imagen es cada vez menos frecuente |
Contaminación de acuiferos:



Algo que causa bastante alarma son los productos químicos que se añaden al agua. Desde los sectores más contrarios se suelen acompañar del adjetivo "cancerígeno" con el único fin de alarmar y crear miedo entre la población. Aunque en cantidades mucho más pequeñas, todos y cada uno de los aditivos están presentes en numerosas otras situaciones cotidianas de nuestras vidas como tintes, muebles, plásticos o incluso comida. Una vez más debe existir un control absoluto por parte de la administración y una transparencia por parte de la industria en los componentes utilizados.
Consumo de agua:
Enormes cantidades de agua son necesarias para realizar la fracturación de un pozo. Se calcula que un único pozo necesita de media unos 20.000 m3 durante su tiempo de actividad. Demasiada agua en tiempos de escasez por lo que la preocupación es real. En este punto conviene revisar a mi modo de ver las políticas de abastecimiento, obligando a las compañías a usar agua no potable y sobre todo a perfeccionar la eficiencia de recuperación del agua usada (entre un 15-70% del agua no se recupera) su depuración, almacenaje (en balsas que cumplan la legislativa o mediante inyección en depósitos vacíos subterráneos) y reciclaje en nuevos procesos de fracturación -ya que el agua utilizado no puede volver a ser utilizado con otro propósito-. Otra opción es la de usar gases en estado líquido en lugar de agua, posibilidad que ya se esta desarrollando tecnológicamente y puesta en práctica por algunos productores. Ademas últimos estudios afirman que el uso de centrales de ciclo combinado (gas-carbón) conseguirá salvar entre 25 y 30 veces más agua que el usada en los procesos de fracturación.
Sismicidad asociada:



Si bien es cierto que no es idílica la presencia de un pozo de explotación en un determinado área, en la mayoría de las ocasiones las labores de perforación no suelen durar más de tres meses, tras los cuales otras dos semanas en las que se produce fracturación durante las que el impacto visual es mucho más reducido (no es necesaria la torre de perforación). Al final durante la producción solo queda un pequeña tuberia (christmas tree). Además cada vez son necesario menos pozos debido al desarrollo de la perforación horizontal con lo que la ocupación del territorio es mucho menor. Por supuesto la recuperación paisajística debería ser también un factor clave de presión para la concesión de licencias.
Concluyendo:

Intereses que perduraran mientras sigamos defendiendo de manera hipócrita ese "ecologismo de proximidad", que no quiere que se expolie el territorio que tenemos al lado de nuestra casa, pero continuemos consumiendo tecnología al ritmo que lo hacemos, moviéndonos en coche para ir a todos lados o malgastando nuestras vidas delante de un ordenador; ignorando que esos otros metales o esos hidrocarburos provienen del mismo planeta Tierra, pero que como han sido extraídos en algún otro lejano lugar ya no nos importa tanto.

En la verniana Viaje al centro de la tierra, el profesor Otto Lidenbrock decía "Cuando la ciencia ha hablado, no se puede replicar." Ahora, ¿cuál es tu opinion?.
Chapó
ResponderEliminarMerci
ResponderEliminar